Declaración del abogado Jeff Anderson
(Nueva York, NY) – En un artículo publicado hoy por el Associated Press, los periodistas Michael Rezendes y Reese Dunklin han vuelto a abrir la cortina clerical para exponer una nueva capa de estrategias engañosas y egoístas practicadas por los obispos católicos romanos — el abuso financiero sistémico llevado bajo el radar en todo Estados Unidos.
Los descubrimientos de AP son consistentes con los esfuerzos de nuestra firma y de los sobrevivientes para exponer estas maniobras financieras secretas y altamente sofisticadas, que incluye los obispos que reasignan bienes diocesanos en fideicomisos y corporaciones blindados para proteger sus riquezas de los sobrevivientes del abuso del clero que buscan restitución por el daño incomprensible que sufrieron de niños. En cuando los bienes están seguros, los obispos declaran la insolvencia y solicitan la protección por bancarrota del Capítulo 11 para limitar aún más su exposición a las demandas por abuso del clero y limitar las oportunidades de los sobrevivientes de presentar demandas legales. Es una estrategia despreciable que se ha perfeccionado a través de años de refinamiento.
Durante décadas, nuestra firma ha sido testigo y combatido estas prácticas, y con la nueva legislación que abre las puertas de los juzgados a los sobrevivientes de abuso del clero en todo el país, esta exposición no podría ser más oportuna. Hemos visto estas prácticas engañosas y maniobras legales utilizadas en todo el país. Los obispos católicos de Minnesota siguieron este manual, al igual que el Cardenal Dolan cuando era arzobispo de Milwaukee. Ahora, los obispos católicos de Nueva York están empleando el mismo libro de jugadas en la Diócesis de Rochester (09.12.19), la Diócesis de Buffalo (02.28.20), la Diócesis de Syracuse (06.19.20) y la Diócesis de Rockville Center (10.1.20.). Si bien el número de obispos que utilizan la quiebra como escudo sigue aumentando, las maniobras y motivaciones siguen siendo las mismas.
Esta artimaña financiera es bien conocida por los sobrevivientes de abuso del clero y sus defensores. Esperamos que este artículo sea el primero de muchos llamados a un mayor escrutinio sobre cómo los obispos católicos conducen sus negocios. Es hora de responsabilizar a los obispos y a la jerarquía católica por este tremendo insulto a una herida incomparable.
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